jueves, 24 de noviembre de 2011

Cómo estaba la historia en épocas de Coderch y Sostres.

Ambos nacieron cuando el trono estaba ocupado por Alfonso III y el gobierno se regía por un claro bipartidismo entre conservadores y liberales que intentaban vence conflictos tanto dentro, como fuera del país. Este periodo de restauración fracasó debido a las fuerzas sociales y el rey se vio obligado a abandonar el trono, dejando así paso a la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Pero estos sólo fueron antecedentes de lo que de verdad influiría en las vidas de estos dos arquitectos que vieron el tránsito de la dictadura de Primo a la República y la culminación de esta en la Guerra Civil desatada en  1936. En ella se enfrentaban republicanos y Franquistas y esto dejo el país en una decadencia casi irreparable que hacía de España un país débil, merecedor de ayudas exteriores de las cuales destacó el apoyo que recibió Franco de parte de los totalitarismos europeo. Así Francisco Franco inició su periodo dictatorial en 1939. Es esta la situación que afecta directamente a la arquitectura de Coderch y Sostres. España vivía un caudillismo caracterizado por la represión institucionalizada y un fuerte control de los medios de comunicación ya que no se podía difundir ninguna información que no fuera aprobada por el Jefe de Estado. La iglesia y el ejército eran los grandes pilares de este régimen, todo ello gracias al apoyo  social y económico de las clases elitistas.
Paralelamente se llevaba a cabo la Segunda Guerra Mundial  en la que España no intervino, pero que hizo que el régimen franquista estableciera relaciones internacionales y así comenzara un periodo de apertura que no culminaría hasta 1956.
Entre 1956 y 1973, la economía española  creció a un ritmo sin precedentes en la historia del siglo XX, España se integró en un grupo reducido de países industrializados. Pero este proceso también origino una nueva conflictividad social, ya que aún creciendo la economía, es país se regía por una dictadura enquistada en el inmovilismo político e incapaz de democratizarse. La conflictividad social aumentaba y la oposición antifranquista iba tomando fuerza y empezaba a erosionar la dictadura.
Comienza la decadencia del sistema y Luis Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno convirtiéndose en la persona clave para levantar de nuevo el régimen. Estas esperanzas se van con su asesinato de la mano de ETA. EL gobierno cambia su presidencia pero la oposición sigue creciendo, protestas obreras y estudiantil, juntas de democratización, terrorismo (ETA, FRAP y el GRAPO) y demás movimientos van tomando importancia y finalmente ven la luz con la muerte de Franco en 1975.
Inmediatamente se establece un proceso de transición política en el que se promulgó la Constitución de 1978, vigente hasta la actualidad. Este periodo se inicia con la subida al trono del rey Juan Carlos I quien se enfrenta al inmovilismo de Arias Navarro y propone un nuevo presidente del gobierno, Adolfo Suárez. Así se consigue democratizar el país pero se cree que las medidas de Suárez no son lo suficientemente progresistas ya que provenía del partido Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Durante el segundo periodo de la UCD (partido de Adolfo Suárez) se llevó a cabo una moción de censura que obligó a Suárez a dimitir y que designaba a Leopoldo Calvo Sotelo como jefe de gobierno. Justo en la votación de investidura  del mismo como sucesor, el teniente coronel Antonio Tejero irrumpió el hemiciclo proclamando un golpe de estado que afortunadamente fracasó gracias a la acción del rey entre otros. Dos días después se consiguió investir a Calvo Sotelo nuevo jefe de gobierno pero ahí comenzaba el declive de UCD y el crecimiento de la oposición.

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